lunes, 3 de diciembre de 2012

Hoy lo voy a dedicar a una obra del romanticismo alemán que me encanta, Luise Perthes, de Phiipp Otto Runge, de 1805. 

Influenciado por las ideas de Schiller pintaba a los niños a la altura de los ojos no desde la perspectiva más elevada de los adultos.

Shiller: "los niños son lo que éramos; son lo que deberíamos volver a ser. En tiempos fuimos naturales como ellos, y nuestra cultura debe, por la vía de la razón y la libertad, hacernos regresar a la naturaleza", para él el niño representaba las potencialidades que el adulto no llegaba a realizar.

Runge: "tenemos que volvernos niños otra vez para conseguir la perfección". Decía que la gente no comprendía sus obras porque se negaban a contemplarlas como lo harían los niños.


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